sábado, 4 de octubre de 2008

Algo entre tú y yo.

Estas palabras están sacadas de "Lo que tú y yo sabemos", una canción de Antonio Vega, del disco "El sitio de mi recreo" (1992). Ilustran fielmente los albores de este verano, en el que por fin pude enseñarle los detalles de todo aquello que me ha rodeado durante este año pasado.

Pudimos pasearnos por esas calles, visitar sitios nuevos, para los dos, escuchar estas canciones...


Es imposible que pueda relatar todos los recuerdos que tengo, porque les tengo un gran respeto, es la verdad. Sin embargo, pude comprobar, cómo nos sentíamos tan cómodos en aquel marco tan especial. 

Entonces comprendí lo maravilloso que es contagiarse de la alegría que desprenden esas sonrisas. No cualquieras, las que regalan los sueños cumplidos, y por cumplir.  

Siempre estaré agradecido por esa fuerza que me das.

Algún día disfrutaremos de la música mundana, genial y contagiosa del músico de Jazz colgado de nuestra pared.

viernes, 3 de octubre de 2008

Todavía haría falta un último esfuerzo.

Porque junio pasado, se convirtió en el penúltimo esfuerzo de todos estos últimos años. Esfuerzos para mi primera gran meta en la vida.

Recuerdo que era más soñador cuando empecé, y tenía todas las fuerzas del mundo. Fue en mi último cuatrimestre, cuando quizás más aprendí de todos estos cinco años. 

Pero al final no me quedaban fuerzas, no podía más.



Pero terminó pronto, y me sentí como nunca... me esperaba un viaje, aunque sin moverme de la ciudad.

La sagrada familia.

Si es que los amigos son sagrados... 

Y me alegro que a veces se atrevan a tomar el camino más retorcido y oscuro en pos de conseguir lo que quieren, de comenzar nuevos proyectos, de sentirse más felices.

Pero a veces uno no tiene muy claro lo que quiere... y hay que encontrarlo. Ése es quizás el más recóndito de los lugares.



Hacía mucho tiempo...

O, como les gusta decir a nuestros amigos del frío y la lluvia: 

It's been a long time...

Y sí, hace mucho tiempo que no actualizo, casi cinco meses... Y ni siquiera aparecí porque cumplía un año escribiendo aquí (siempre fue un decir...).

Pero me gusta la idea de escribir, y pretendo convertirla en hecho algún día. Y me gustan los blogs. A veces leo blogs de mis amigos, o de gente que no son mis amigos, pero que cuentan historias interesantes - siempre que estén bien contadas, claro - porque siempre me ha gustado leer historias. 

Sí, se puede pensar las novelas son casi siempre historias, pero hablo de historias puras y duras, de acontecimientos que le pasan a
 la gente más corriente. Estos relatos muchas veces me inspiran, no sólo para escribir sino en mi vida. Leer que alguien ha conseguido un reto, un sueño, saber que un amigo está contento, feliz. Me reconforta mucho tener la ventaja de meditar sobre esas palabras escritas, no expulsadas en la fugacidad de la conversación. Aunque siempre prefiera ésta, de cualquier manera.

Le debo entonces una al blog, y a mí mismo. Vamos a intentar devolvérsela esta vez.

Un abrazo,

Chema.