
Recuerdo que era más soñador cuando empecé, y tenía todas las fuerzas del mundo. Fue en mi último cuatrimestre, cuando quizás más aprendí de todos estos cinco años.
Pero al final no me quedaban fuerzas, no podía más.
Pero terminó pronto, y me sentí como nunca... me esperaba un viaje, aunque sin moverme de la ciudad.
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