Estas palabras están sacadas de "Lo que tú y yo sabemos", una canción de Antonio Vega, del disco "El sitio de mi recreo" (1992). Ilustran fielmente los albores de este verano, en el que por fin pude enseñarle los detalles de todo aquello que me ha rodeado durante este año pasado.
Pudimos pasearnos por esas calles, visitar sitios nuevos, para los dos, escuchar estas canciones...
Es imposible que pueda relatar todos los recuerdos que tengo, porque les tengo un gran respeto, es la verdad. Sin embargo, pude comprobar, cómo nos sentíamos tan cómodos en aquel marco tan especial.
Entonces comprendí lo maravilloso que es contagiarse de la alegría que desprenden esas sonrisas. No cualquieras, las que regalan los sueños cumplidos, y por cumplir.
Siempre estaré agradecido por esa fuerza que me das.
Algún día disfrutaremos de la música mundana, genial y contagiosa del músico de Jazz colgado de nuestra pared.